miércoles, 8 de febrero de 2012

La parada (poema)

La parada

Es un alto en el viaje y bajamos del coche;
caminando al azar, dejo atrás unas casas,
harto ya de caballos, del camino, del látigo,
fatigados los ojos, doloridos los huesos.

Y de pronto ante mí, el verdor y el silencio,
todo un húmedo valle que recubren las lilas,
el murmullo del agua entre los altos álamos...
¡y el camino y el ruido ya no son de este mundo!

Y me tiendo en la hierba y me escucho vivir,
y me dejo embriagar por el heno oloroso,
y me niego a pensar contemplando los cielos...
Una voz grita entonces: «¡Que nos vamos, señores!»